* 24/3. GOZÓN DE UCIEZA. (Palencia) Recuerdos y Añoranzas .
La
producción local. Más datos
Dado que el campo
del pueblo es de secano en su totalidad, solamente hay la posibilidad de
siembra de ciertos artículos, por lo que el cereal, las leguminosas, algo de
alfalfa y menos aún la esparceta, eran la única alternativa para los
agricultores. En cuanto a la ganadería, solo el ovino era importante, no así el
bovino, que apenas se explotaba.
Gozón de Ucieza,
dispone de un terreno, que en buena medida, es bueno. Aunque sea de secano. Su
geografía, es bastante irregular, en cuanto que tiene abundantes lomas, altos,
arroyos (unos 40), y otros desagües menores (que desembocan en los ríos
Valdecuriada o Ucieza), y conforman una variedad de pequeños valles muy
diversos, con un terreno de excelente calidad.
Los productos
agrarios que mejor se adaptaban a esta zona de “la loma” eran: el trigo,
cebada, avena, yero, lenteja pardina, y
ya en menor medida, el guisante (arveja), garbanzo, tito, muela, chocho
(altramuz), la patata, alfalfa y esparceta, y también el vino.
Como antes decía,
el pueblo contaba con una buena cantidad de hectáreas dedicadas a la vid. El
vino que se daba, era un clarete con algo de aguja, bajo en alcohol, y un buen
sabor en boca, que en las bodegas subterráneas del pueblo, ganaba en calidad
con el tiempo; aunque creo que era un vino de consumo anual. Una verdadera pena
la pérdida de aquellos viñedos. Llegó la
concentración parcelaria, (necesaria por otra parte) y acabó con algunas cosas
buenas. Las dos caras de la misma moneda.
Además, existían
unas veintiséis bodegas clásicas subterráneas, teniendo unas ocho, el lagar
para recibir la uva madura para elaborar el vino. Una parte de los vecinos,
tenían vino de su cosecha para todo el año. Aunque el viñedo existente no daba
para el consumo total del pueblo.
Éste, se metía en
carrales/cubas de madera que lo conservaba estupendamente. Tengamos en cuenta
que este tipo de bodegas mantienen la misma temperatura durante todo el año.
En cuanto a la
ganadería, había varios rebaños de
ganado lanar, con unos excelentes lechazos y corderos, que al horno de leña,
como antes se hacía también el pan, eran un verdadero manjar. En el pueblo,
había tres/cuatro pastores, que llevaban al campo, los rebaños de varios
vecinos; También había algo de ganado vacuno, caprino y caballar sin mayor
importancia.
Entre los años
1950/1960, El ganado que se utilizaba
para las labores agrícolas, eran las vacas principalmente; aunque estas, pronto
dieron paso al ganado mular y caballar.
Existía un corral llamado de las burras,
donde los vecinos llevaban aquellos animales que no trabajaban para que se les
llevara al campo a pacer. Para ése menester, había un pastor. Éste, avisaba a
los vecinos, tocando una gran caracola, que se oía por todo el pueblo.
Otro modus
vivendi, era que la mayor parte de los vecinos criaban sus gallinas, conejos,
cerdos, etc. y el tener un huerto para su autoconsumo de verduras como:
lechugas, cebollas, cebolletas, berza, puerros, ajos, fresas, etc. era lo
normal.
Aparte de estas
verduras, se aprovechaban otras que nacían solas por el campo como: las aceras
o acederas, lecherinas, berros, manchocos, también existía alguna huerta con
diversos tipos de frutales: manzanos, perales, guindos, cerezos, limoneros,
higueras, nogales; además había varias guindaleras repartidas por diversas
partes del campo.
Un comentario que
no quiero dejar pasar; cuando yo tenía entre 7/10 años, había en el pueblo un
par de mozos de unos 17 años, que en sus horas libres, se dedicaban a plantar
guindaleras en las zonas del campo que estaban perdidas por ser terreno de mala
calidad, y claro, no se les logró ninguna. O sea, que decididos y emprendedores
sí que eran. Eran grandes amigos. Se llamaban Juan y Cesar Pompeyo. Éste
último, hermano mío. Me sacaba 8 años.
Existían unos seis palomares; aún
perviven alguno, aunque en mal estado. Una pena.
En cuanto a la
caza, había abundancia de: codornices, perdices, liebres, y ya en menor medida,
paloma torcaz, conejos y zorros.
Aparte de los
pastores de ovejas, que conocían muy bien donde había huras de conejo y las
camas de las liebres; había un cazador en el pueblo, que practicaba la caza de
la liebre con galgo.
En los ríos
Ucieza y Valdecuriada, abundaban los cangrejos autóctonos, los barbos y también
las truchas. No se quien pudo ser el listo que se cargó nuestros excelentes
cangrejos autóctonos, pero… bueno, mejor dejarlo. Personas de más edad que
yo, me han indicado, que también se
pescaba la trucha por estos ríos.
A lo largo y ancho de las riberas de ambos ríos, se podía contemplar el verdor de bastantes plantíos de zalces y sobre todo de chopos. Su verdor casi permanente, dan una gran sensación de calma y tranquilidad.
En ellos hacían sus nidos las pigazas (urracas) (hoy en día, vecinas de las ciudades),
Sin olvidarnos de los picamadera (pájaro carpintero). Éste ave, que hasta los años 1.950/60 se le veía con frecuencia por nuestra tierra, ahora se le da por desaparecido.
La abubilla, un ave realmente curioso y espectacular, tanto por su canto “bub-bub-bub”, como por su moño o cresta de regular tamaño.
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