* 24/20. GOZÓN DE UCIEZA (Palencia). Costumbres perdidas: La chiborra.
Esta
fiesta, se celebraba en el pueblo, todos los años el día que caía el martes de
Carnaval. Ése día no había escuela, ya que éramos los chiguitos (niños) en edad escolar quienes lo celebrábamos a lo
grande.
Para
celebrar la misma, nos juntábamos todos los chicos de la escuela y preparábamos
la fiesta a conciencia. Llegado el día, varios de nosotros nos vestíamos de
“chiborra".
El “traje”
de los chiborra se componía de: un pantalón, una camisa y una chaqueta de las más
grandes, peores y más viejas que encontrábamos cada uno en casa, incluso si
estaban rotas, mejor que mejor. Luego, nos colocábamos una careta de cartón
pintada con los más feos colores para tratar de dar miedo, echa por nosotros
mismos.
Un “estropajo”.
Éste artilugio se componía de un palo de metro y algo de largo, al que atábamos
en una punta varios trapos largos, y rotos, que llenábamos de agua y barro.
Cencerros
y esquilas. Y por fin, llevábamos atadas a la cintura, varias esquilas de
las que se ponían a las cabras y ovejas, y unos cencerros de los que llevaban las vacas, para tratar de
hacer el mayor ruido posible.
Y
ataviados con toda ésa parafernalia, “los
chiborra”, acompañaban al resto de chiguitos
(niños), que vestidos también con ropajes similares y armados también con
palos, y provistos de diversos cestos y cestas de mimbre.
Y
así de dicha forma, recorríamos el pueblo entero, pidiendo por todas las casas
del pueblo, lo que buenamente pudiera darnos cada señora, con el fin de poder
preparar una cena pantagruélica.
Aparte
del acompañamiento al resto de compañeros, “los chiborra” y de vez en cuando,
nos íbamos detrás de las chicas jóvenes que veíamos por las calles, con el
“estropajo” lleno de agua y barro, para tratar de asustarlas y ensuciarlas lo máximo posible.
Los
alimentos que nos solían dar por el pueblo, eran: huevos, patatas, pan,
chorizo, tocino, y alguna otra vianda a mayores.
Éste
circo ambulante y correcalles solicitando ayuda y jaraneando por todo el
pueblo, se terminaba a mediodía.
Acabado
ello, llevábamos las viandas recogidas a la casa con la que previamente habíamos
llegado a un acuerdo, para que nos cocinara la gran cena.
La
gran cena, se componía de: tortillas variadas, chorizos, huevos fritos,
orejuelas, etc. Las señoras que recuerdo que nos lo cocinaban y prestaban su
casa para la gran cena, eran la señora Fermina y la señora Clara.
Esta
es, en esencia, la tradición que recuerdo de nuestro pueblo en aquellos tiempos
para celebrar el Carnaval.
También
recuerdo que lo celebraban las chiquitas de nuestra edad, las mozas y mozos del
pueblo. Eran unos tiempos estupendos.
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