Costumbres perdidas: La chiborra:
Esta
fiesta, se celebraba en el pueblo, todos los años el día que caiga el martes de
Carnaval. Ése día no había escuela, ya que éramos los chiguitos (niños) en edad
escolar quienes lo celebrábamos a lo grande. Para celebrar la misma, nos
juntábamos varios chicos de la escuela, preparábamos la fiesta a conciencia y
llegado el día, varios niños nos vestíamos de “chiborra". El “traje” del
chiborra se componía de: un pantalón, una camisa y una chaqueta de las peores y
más viejas ropas que encontrábamos cada uno en casa, incluso si estaban rotas,
mejor que mejor. Luego, una careta de cartón pintada con los más feos colores
para dar miedo. Un “estropajo”. Éste artilugio se componía de un palo de metro
y algo de largo, al que atábamos en una punta varios trapos largos, y rotos. Y
por fin, llevábamos atadas a la cintura, varias esquilas de las que se ponían a
las cabras y ovejas, y unos cencerros de
los que llevaban las vacas, para tratar de hacer el mayor ruido posible. Y
ataviados con toda ésa parafernalia, “los chiborra”, acompañaban al resto de
chiguitos (niños), que vestidos también con ropajes similares y armados también
con palos, y provistos de diversos cestos y cestas de mimbre, recorríamos el
pueblo, pidiendo por todas las casas del pueblo, lo que buenamente pudiera dar
cada señora, con el fin de poder preparar una cena pantagruélica. Aparte del
acompañamiento al resto de compañeros, “los chiborra” y de vez en cuando, nos
íbamos detrás de las jóvenes que veíamos por la calles, con el “estropajo”
lleno de agua y barro, para tratar de ensuciarlas lo máximo posible. Los alimentos que nos
solían dar por el pueblo, eran: huevos, patatas, pan, chorizo, tocino, y alguna
otra vianda a mayores. Éste circo ambulante y correcalles solicitando ayuda y
jaraneando por todo el pueblo, se terminaba a mediodía. Acabado ello,
llevábamos las viandas recogidas a la casa que previamente, ya habíamos llegado
a un acuerdo con alguna señora, para que nos cocinara la gran cena. La gran
cena, se componía de: tortillas variadas, chorizos y huevos fritos, etc. Las
señoras que recuerdo que nos lo cocinaban y prestaban su casa para la gran cena
mayormente, eran la señora Fermina y la señora Clara. Esta es, en esencia, la
tradición que recuerdo de nuestro pueblo hacia los años 60-70, para celebrar el
Carnaval. También lo celebraban las
mozas y mozos del pueblo. Eran unos tiempos estupendos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario